«Adiós” es una palabra muy corta
para despedir algo tan grande,
este Enero fue largo
y no quería que terminara.
Aunque crea que puse todo de mi parte,
untar amor con un cuchillo afilado
también genera heridas.
Extrañaré tu ombligo que cobijó mi mano,
la cerveza oscura
que aprendí a beber contigo.
Fuiste la incertidumbre más hermosa del mundo,
la pieza azul que quise en mi rompecabezas,
pero duele entender
que el error que he cometido,
fue mostrarte mi alma.
No me sentiré perdido
sí lo único que pierdo es un destino,
y no hay mayor muestra de amor
que soltar a quien no quiere estar contigo.
Esto del olvido
siempre necesitará de dos.
Y ahora que, si es verdad,
que la luna es ciega y que la marea baja,
creo firmemente en nuestras últimas palabras.
No somos compatibles, flaca,
el fuego no vive en el agua.
–Aldo Bernal–
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