Perdón, sublime palabra, sublime acción, pero, ¿realmente quien pide perdón ha de perdonar, o es el que perdona quien realmente ha de pedir perdón?
Perdóname por amarte, quizás no lo creas, pero te amo, siempre te amé y lo seguiré haciendo, aunque sé que no estamos hechos el uno para el otro.
Perdóname por hacerte sufrir, porque al igual que yo sé que ahora sufres, pero no te preocupes, pronto pasará, tu nuevo amor está cerca. Se que te he abandonado, pero es necesario, es necesario para poder continuar con nuestras vidas, tu mereces algo que yo no puedo darte.
Perdóname por no haber sido un buen amigo, sé que me dejé llevar por el amor y quizás puse en riesgo nuestra amistad, aunque trataré de remediarlo y ser un buen amigo para ti. Ahora mismo no puedo serlo, aunque quiero y te pido perdón por ello, pero necesito cerrar esta herida tan grande que llevo a cuestas, tengo mis sentimientos heridos, mi corazón está herido y mi alma también esta herida, una herida muy profunda que duele mucho. Espero que el tiempo y tu ausencia me ayuden a cicatrizar esas heridas.
Han sido muchos años ahí a tu lado, escuchándote, acompañándote, aconsejándote, sintiendo tu sufrimiento, sintiendo tu dolor y tratando de sacarte de aquel profundo pozo en el que te encontrabas y sé que por fin lo has logrado, ya estas preparada para enfrentarte a tu nueva vida, para comerte el mundo, para vivir de nuevo el amor y ser feliz de nuevo, tanto o más que antes, estoy seguro de ello.
Perdóname por conocerte tan bien, por saber quien eres, como eres, como estas, que sientes, que te preocupa, etc. A cada momento se como estas, aunque no este presente, solo unas letras son suficiente para saberlo. Te conozco mejor de lo que te conoces tu a ti misma. Se cuando finges, cuando amas, cuando mientes, aunque tu digas que no lo haces, simplemente yo dejo que me engañes, pero en todo momento se cual es la mentira y cual la verdad.
Perdóname por sentir un poco de envidia de como amas, eres maravillosa y amas con pasión y locura, pero a mi nunca me has amado así. Dices haber estado muy enamorada de mí, que me quieres, que me extrañas, pero en el fondo no es así, de lo contrario nunca habría tenido que mendigar tu compañía, mendigar tu amor…. Es muy frustrante vivir todo eso, saber que todo es platónico, que realmente no me amas, que solo soy un paño de lagrimas para cuando lo necesitas, lo hago con gusto, pero también me gustaría que contases conmigo para tus alegrías, para tu buen humor, para tus esperanzas.
Perdóname por elegirte entre todas, por amarte a corazón descubierto, por amarte con el alma y con todo mi ser. Siento no haber sido el hombre que esperabas, siento no haberte amado como tu querías, pero es que solo se amar de una forma, con alma y corazón, no se amar a medias, siempre me entrego por completo, aunque quizás con eso no sea suficiente. Se que algún día vas a extrañar mi forma de amar, entonces y solo entonces sabrás cuanto te he amado.
Perdóname por haberte besado como solo yo se hacerlo, por haber removido todos tus cimientos con mis besos, por hacerte temblar con cada uno de ellos, por despertar cosas inexplicables en ti, por desear que lo repita una y otra vez, pero es que tampoco se besar de otra manera, en cada beso entrego mi corazón y mi alma.
Perdóname si alguna vez sembré dudas en tu vida, si te confundí o si te hice sentir mal por como te he amado, pero lo único que he deseado siempre es hacerte feliz, que fueses feliz y tuvieses una vida digna de ti.
Hoy tengo una gran tristeza, un enorme vacío, siento desasosiego, nostalgia, pesadez, cansancio, desgaste…Un amor desgastado que sigue tan intacto como el primer día, vivo, arraigado en lo mas profundo de mi ser, deseando ser vivido, pero a la vez un amor preso, encarcelado entre los barrotes de la cruda realidad, sin posibilidades de ser vivido y evocado a ser olvidado para siempre en las tinieblas de mi mente.
Te veré en mis sueños, en mis sueños te abrazaré y te besaré y alguna vez haremos el amor con todo el deseo y la pasión de una realidad ficticia. Mis recuerdos se inundan de ti, mis ojos lloran tu ausencia y mi corazón late a voces que te necesita, pero la razón se encargará de poner cada cosa en su sitio.
Querido destino, gracias por haberla puesto en mi camino cuando lo hiciste y no puedo estar de acuerdo en que ahora la apartes de mí, pero igualmente lo acepto, que tu voluntad se cumpla.
Deja una respuesta