Te propongo una cita,
una en la que los dos nos
desnudemos hablando…
En la que entre risas y besos
nos gane el deseo de sentirnos,
de acariciarnos,
de hacernos el amor con la mirada.
Te propongo una charla de puras caricias,
de olvidarnos de todo,
de cerrar los ojos
y escuchar sólo nuestra respiración agitada.
De hacernos de todo lo que ocultan
nuestros deseos más profanos,
y todas nuestras ganas.
De invitarme a tentar tus labios,
a robarte la esencia en un beso,
y besarnos con la certeza
de no saber si es lo correcto.
A provocarnos, con el afán de hacernos
poesía y p⍟r-n⍟gr⍺fı⍺ al sostener
ese instante en una mirada.
Y dejarnos m⍟rir en el intento…
de amarnos de otra manera,
de no guardarnos los ‘Te quiero, los Te amoʼ,
de no guardarnos las ganas
de querernos, de amarnos,
de no negarnos la efímera oportunidad
en la existencia de ser para siempre.
De abrazarnos los miedos y lamernos
las heridas hasta olvidar que duelen.
Te propongo una cita
Te propongo amanecer abrazados,
Una en la que por fin despertemos
cada mañana más que enamorados.
—Gustavo Caos
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