Esperanza nos cuenta hoy su historia, la historia de su amor, un amor con otra chica pero un amor sincero y puro.
Comenzaba mi día, me di una ducha, me vestí, leí los principales títulos de las noticias, y desayuné nada extraordinario, todo como de rutina.
Llegue donde seria mi momento para ser protagonista tenía preparadas las preguntas, todo estaba en mi cabeza nada me podría sorprender.
Mientras atravesé esa puerta te vi, estabas como cualquier otra persona, todavía no me explico cómo pare solo a saludarte a ti. Seguí mi camino, aunque algo en mí me llevaba a verte, algo tenías que hacías que te piense.
Una noche no sabía cómo romper el hielo quería hablarte, por primera vez nada estaba planeado, nada estaba en el lugar que quería, pero te dije hola…e inmediatamente me respondiste.
Por primera vez solo me concentre en escribirte, y pasamos horas hablando sin parar.
Hay miradas que lo dicen todo, hay miradas que te lo demuestran todo y ambas sabíamos que ese día algo nos marcó.
Continuamos con nuestro juego pícaro de demostrarnos afecto, pero esto pasó hasta que nos encontramos.
Ese día comimos, hablamos, respetamos nuestros silencios, pero nuestras miradas aún se decían todo.
Nos besamos profundamente, nos recorrimos la piel y dejamos que nuestro cuerpo se sienta libre, ella se marchó y no le dije que es una rosa para mí, somos dos mujeres viviendo una historia que queremos recordar y no sabemos aún si terminará, pero solo quiero que sepas que a primera vista te lo dije todo…