Perdón, sublime palabra, sublime acción, pero, ¿realmente quien pide perdón ha de perdonar, o es el que perdona quien realmente ha de pedir perdón?
Perdóname por amarte, quizás no lo creas, pero te amo, siempre te amé y lo seguiré haciendo, aunque sé que no estamos hechos el uno para el otro.
Perdóname por hacerte sufrir, porque al igual que yo sé que ahora sufres, pero no te preocupes, pronto pasará, tu nuevo amor está cerca. Se que te he abandonado, pero es necesario, es necesario para poder continuar con nuestras vidas, tu mereces algo que yo no puedo darte.
Perdóname por no haber sido un buen amigo, sé que me dejé llevar por el amor y quizás puse en riesgo nuestra amistad, aunque trataré de remediarlo y ser un buen amigo para ti. Ahora mismo no puedo serlo, aunque quiero y te pido perdón por ello, pero necesito cerrar esta herida tan grande que llevo a cuestas, tengo mis sentimientos heridos, mi corazón está herido y mi alma también esta herida, una herida muy profunda que duele mucho. Espero que el tiempo y tu ausencia me ayuden a cicatrizar esas heridas. [Leer más…]