Hay despedidas que no dejan huella, pero cuando se trata de una despedida amorosa la cosa nunca es fácil, sobre todo si en esa despedida se queda atrás el amor de tu vida.
Casi sin darse cuenta Pedro y Noelia habían iniciado una relación clandestina. Cada uno tenia su casa y su familia, pero ya en su juventud vivieron un pequeño romance y sentían una atracción especial el uno por el otro.
Fue por casualidad y después de muchos años sin verse cuando se produjo el encuentro entre ambos y a partir de ese día no dejaron de hablar.