Verónica nos envía hoy su historia y nos promete que continuará. Es la historia de un amor arrepentido, un amor puro y bello que fue destruido por el placer de la carne y que se arrepiente enormemente de la decisión tomada.
Mi historia comienza cuando tenía 15 años y Juan 19, yo aparentaba más edad y como era muy bonita y de buen cuerpo me dejaban entrar a las discotecas, allí conocía a Juan, bailamos platicamos y quedamos de vernos la siguiente semana.
La siguiente semana le dije cuántos años tenía y se fue de espaldas, pero seguimos viéndonos, hasta que nos hicimos novios, como era mayor que yo me dijo que quería hacer las cosas bien y pidió permiso a mis papás para continuar viéndonos.
El tiempo pasó y mis hormonas aumentaron y así las ganas de entregarme por primera vez a él, pero se contuvo y me dijo que me respetaría, duramos de novios más de un año, me trataba como una reina, me sentía protegida, amada y me hacía sentir que era la única mujer en el mundo.
Luego me empezó a enamorar Armando, un vecino que siempre anduvo tras de mí, y no sé por qué, pero terminé con Juan y al poco tiempo me hice novia de Armando y él aprovechó muy bien lo que Juan no quiso tocar y por despecho le dije que quería tener un hijo y así fue.
Cuando estaba en la iglesia esperaba el momento en que entrara Juan y escaparme con él, pero nunca llegó y así empezó mi matrimonio como un infierno del que no puedes salir. CONTINUARÁ.