He aquí la historia de Steven, una historia de un amor real , puro y sincero forjado con tiempo y paciencia. «Así fue como la conocí»
¿Tú has estado enamorado alguna vez?
¿Has sentido lo que es el amor?
¿Y qué sentiste?
¿Qué es el amor?
Es curioso porque parece que todo el mundo tiene su propia definición de lo que es el AMOR.
Y cuando les preguntas todos creen tener la «verdad absoluta» y que su manera de amar es la única que existe claro.
Unos dicen tener un nudo en la garganta, otros mariposas en el estómago.
Muchos se limitan a repetir frases que han leído u oído por ahí…
«Si el amor es ciego e incondicional hacerlo TODO sin esperar nada a cambio»
Y yo…pues… La mía es una larga historia.
Quizás la vida sea solo un juego de azar, quizás sea una partida de naipes en donde una especie de mano divina toquetea las cartas y hace que ganes o pierdas, pero siempre, siempre y en todo momento debes de jugar. Yo no sabía cuánto cambiaria mi vida en el instante en el que la conocí, en el instante en el que yo nací no tenía conciencia de la potencia con la cual su entrada, sus ojos, su aroma y toda ella cambiarían mi existir y lo pondrían en un lugar mucho más feliz, al mismo tiempo en que mis padres decidieron matricularme en aquel colegio al cual yo no quería estar, a aquello que yo creía, cómo un chico iluso de apenas 16 años era una prisión, tener que volver a hacer amigos de nuevo, tener que hacer el mismo proceso de presentación frente a toda la clase, lo cual el nerviosismo que padezco en tales situaciones no ayuda mucho, eso era para mí el colegio, ahí, en aquel salón, en aquel momento perdí una parte de mi para ganar una parte del mundo, ella, mi mundo.
Arroparme para asistir a un colegio que insisto no era de mi agrado, era un fastidió.
Y la vi… ¡Una chica muy hermosa la cual llamo mi atención y me hizo pensar que no todo es tan malo, pero me dije en mi mente “No!», no lo sé, simplemente no quería enamorarme, Supongo que me habían desecho el corazón en una batalla anterior hasta tal grado de evitarme una pareja o novia hasta terminar mis estudios universitarios. Eso fue inevitable, cuando ahí me esperaba la que quizás sería la única a quien yo llamaría y quien iba a pensar que en mi último año de secundaria me encontraría con lo que había pasado huyendo desde hacía tiempo.
Pasaron semanas, y no sabía que pasaba que causaba la peculiar felicidad por verla, que causaba que cada vez que mencionaran su nombre yo volteara.
Y una noche me dije a mi mismo…Bueno amigo… Parece que te estas enamorando y no lo sabes aun… Estas en esa fase del amor que va cargando… (por así decirlo) que ve hasta esos detalles, esos pequeños detalles de ella los ves hermosos, su fantástica sonrisa, su peculiar orificio en su nariz, el brillo de sus ojos, eso detalles amigo te están volviendo loco ya que no sabes en este momento lo que sientes Y te haces esas preguntas que más tarde tendrán una respuesta fija.
¿Porque me encanta verla.?
¿Porque no te concentras en la clase?
¿Porque tengo la esperanza de que ella voltee y justamente seria por mí?
Y llego el día, y el profesor dijo las palabras mágicas, “Hagan Grupos De Tres», y me toco con ella, el nerviosismo se podía sentir en el aire, pero todo salió bien respire profundo, y tuvimos una plática amena, reímos mucho, y ahí fue cuando acabo la clase y cada quien tenía que volver a su asiento.
¡Al otro día, entre al salón y bueno siendo un colegio el ruido era similar como si hubiera una manifestación gigantesca, y de repente, la vi, ahí estaba sentada, nada más verla tuve una sensación extrañísima, el relajo ensordecedor de la gente paso a ser un leve ruido de fondo casi inapreciable, todo a su alrededor, los alumnos, el maestro, TODO! parecía estar como Desenfocado, MENOS ELLA, nos saludamos, la miré a los ojos y de repente sentí Paz en todo mi cuerpo y literalmente tuve la sensación de estar como en cámara lenta en la escena de una película.
Sin darme cuenta estábamos uno enfrenté del otro tomados de las manos solo mirándonos, y hay me di cuenta de que aparte de preciosa e increíblemente atractiva, para mi sorpresa a mi primera vista resulto ser una chica sumamente interesante e inteligente.
Llego la salida y de camino habíamos compartido un par de bromitas con cierto toque de coqueteo, recuerdo un momento muy gracioso y bastante adorable, por cierto, cuando toco la hora de despedirnos, no sabíamos si darnos la mano con un beso en el cachete de por medio o un simple abrazo, y ella me miro preocupada y muerta de vergüenza me dijo: -Lo siento mucho, ni siquiera sé que me paso.
Pero bueno tengo que admitir luego, eso jugo a mi favor para hacer un comentario muy acertado durante la conversación el cual explicaba mis intenciones.
Pasaron pocos meses, y bueno entre bromas, risas, debates y alguna que otra formalidad esa chica la cual la miraba solo como compañera se estaba convirtiendo en mi enamorada.
Falle muchos intentos al decirle lo que sentía y si quería ser mi novia.
Intente decírselo de frente pero como siempre, los nervios no me dejaban… No estaban a mi favor…Falle.
Intente simplemente decirlo en una conversación, de una forma muy » De repente» pero no creí que sería lo más adecuado… Falle.
¿Intente hacerlo de la manera más romántica que se me ocurriera, así que agarre una caja las cuales se guardan anillos de bodas, escribí en un papel, “Quieres ser mi novia…? » y lo puse dentro, pero el destino hizo de las suyas y la caja mágicamente se estropeo… Falle.
Y llego la oportunidad perfecta era el cumpleaños de una compañera del salón, y decidimos hacer una doble cita le dije a un compañero que me hiciera de hacer pareja con nuestra compañera.
Llego la hora de la cita, se miraba deslumbrante pero no había tiempo de decírselo ya que nos dieron una hora exacta de cuando volver, partimos, un centro comercial la primera opción que se nos ocurrió, las llevamos a comer, luego de acabar de comer y tener pequeñas conversaciones y risas nos retiramos de la mesa, me moría de nervios no pensaba decirlo, me armé de valor y al fin se lo dije…
¿Quieres ser mi novia?, la cual su respuesta fue un Hermoso Sí.!
Todavía lo recuerdo fue un 14 de junio, un día que muy difícil olvide.
El maldito tiempo paso como si tuviera prisa, daba la sensación que acabábamos de llegar, y ya teníamos que irnos, porque sus padres las querían a una hora exacta.
Recuerdo que cuando abordamos el taxi, hubo algo de silencio, ya que sabíamos que no queríamos dejarnos ir, bajamos, nos despedimos, nos abrazamos, y me envolvió una fuerte sensación de bienestar que todavía no sabría como explicar.
Y bueno, a esa chica, esa compañera que nunca imagine que en meses la podría llamar formalmente mi novia.
Gracias Por Leer