UNA AVENTURA FAMILIAR

No se cuanta gente habrá pasado por lo mismo que yo, pero seguro que hay más de uno.

Bueno esta es mi historia, trataré de no extenderme mucho.

Llevaba ya como cinco años con mi novia y éramos muy felices, congeniábamos a las mil maravillas y nos compenetrábamos a la perfección, vamos la mujer de mis sueños.

Es ahora que saco conclusiones, después de haber vivido esa experiencia, pero jamás me imagine que una cosa así me iba a pasar precisamente a mí que siempre he sido contrario a todas estas cosas.

Desde siempre había notado que mi cuñada se tomaba demasiadas libertades conmigo, pero trate de no darle importancia, pensé que sería que su forma de ser era así, pero me equivoque.

Mi cuñada es de estas chicas que se toma confianzas sin que tú se las des y a menudo bromeaba conmigo incluso estando mi novia presente. Ella decía que si mi novia no me quería ella sí que lo haría, pero no le tomaba importancia, más aun estando mi novia presente cuando lo decía. Pero sí que lo decía muy en serio, ahora puedo saberlo con certeza.

Todo ocurrió unas navidades, fecha en que se celebran las fiestas familiares, se come y se bebe y se pasa un buen rato en familia. Esa noche nos reunimos en casa, mis suegros, mi cuñada y mi novia y yo. Nosotros éramos los anfitriones y preparamos una cena un poco especial. Comimos todos juntos en familia, disfrutamos de la compañía, bebimos y contamos historias antiguas de cuando éramos pequeños. Pasamos una velada encantadora, pero mis suegros se retiraron pronto, ya se sabe, las personas mayores se cansan pronto y retiran a descansar, pero nosotros continuamos con la reunión.

Después de la cena comenzamos con las bebidas y disfrutamos de los típicos programas de entretenimiento que dan por televisión. La verdad que ya se nos estaba notando un poco los efectos del alcohol y fue por eso que mi novia pidió a su hermana que se quedara esa noche en casa, así no tendría que conducir pues no estaba ya para ello, como es lógico ella aceptó quedarse.

Continuamos con la fiesta y bebiendo y ya casi estábamos pasados de rosca. Mi novia no aguanta mucho y entre el alcohol y el cansancio calló rendida y se quedó dormida en el sofá. Yo continué bebiendo y charlando con mi cuñada. Ella subió al baño y al poco de subir escuche un golpe, pensé que se había caído y subí como pude, porque la verdad que casi no me mantenía de pie.

Al llegar al baño la vi caída en el suelo, al sentarse en el inodoro calculó mal y se sentó en el suelo, parte de culpa la tenía el alcohol. La ayude a levantarse y la acompañe a su habitación porque la verdad que ya estaba para acostarse a dormir y no seguir bebiendo.
De inmediato y sin quitarse la ropa se tiró en la cama y me cogió de la mano y de un tirón me tiro a mí también en la cama. Antes de que pudiera reaccionar se me echo encima y me besó, yo estaba bastante bebido, pero aun así hice por quitarme de allí pero me era imposible, entre el alcohol y el peso de ella no podía. Ella continuó besándome y balbuceando que me quería, que estaba enamorada de mí. Juro que intente quitarme, pero entre los besos y las caricias que me daba empecé a excitarme y pasé a la acción. Fue un momento de arrebato, el alcohol, o que se yo, lo cierto es que me deje llevar y comencé a besarla, a acariciarla y en poco tiempo me puse como una moto. La desnudé y disfruté de su cuerpo, la acaricié por todos lados, tenía unos senos preciosos y cada vez que los acariciaba con mi lengua se estremecía de placer. Ella me fue desnudando como pudo y también me acariciaba y me besaba por todos lados. Esa noche hicimos el amor como locos, como si se nos fuese a acabar el mundo, sentí cosas que jamás había sentido, he de confesar que me gustó, pero al día siguiente me sentí fatal. No quería ni mirar a mi novia a la cara, sentía que se daría cuenta de todo, pero nunca se enteró de nada. En cuanto a mi cuñada no comento de aquello ni una sola palabra, ni siquiera a mí me dijo nunca nada. Poco a poco se fue distanciando y conoció al que hoy día es su marido.

La verdad que aunque me arrepiento enormemente de lo que hice, he de confesar que aun hoy recuerdo aquella forma de hacer el amor, jamás he vuelto a experimentar aquellas sensaciones desconocidas para mí y han pasado ya casi 20 años.

AUTOR: Juan