Categorias: Infidelidad

CON LA MISMA MONEDA

Difícil tarea la de poner punto y final a una relación. Cuál es el momento apropiado, como hacerlo, sufriré yo, sufrirá la otra parte……

Nuca es buen momento para tomar la decisión de terminar con una relación, ni siquiera hay una manera predeterminada para hacerlo. Simplemente ocurre por uno u otro motivo, en el momento en que menos lo esperas y por descontado que siempre se sufre en dicha ruptura, a menos que suponga la liberación de la persona en una tortuosa relación en cuyo caso se ha de ser consciente y hacerlo cuanto antes.

Este dilema se me presentó en un momento de mi vida en el cual decidí poner punto y final a una relación paralela que mantenía fuera de mi matrimonio. Aquella situación comenzó a volverse insostenible y tuve que terminar con cortarla de raíz. El motivo fue que comenzó como unos encuentros esporádicos con una compañera de trabajo, en los cuales solo imperaba el sexo pero con el paso del tiempo apareció el afecto y luego el amor y no estaba dispuesto a perder mi matrimonio por el mero capricho de tener una aventura extramatrimonial.

El caso es que cuando decidí cortar con aquello se lo comenté a Lucia (no es su nombre real) y ella se lo tomo a la tremenda, no quería que aquello terminara, es más, estaba dispuesta a todo para que yo fuese suyo a toda costa y así me lo hizo saber. Esto me preocupó bastante, no esperaba esa actitud por parte de ella, estaba casi seguro de que a ella solo le interesa un encuentro esporádico de vez en cuando en el que disfrutar de un poco de sexo diferente a lo acostumbrado, pero no fue así. Ella se encargó de dejármelo muy clarito, su matrimonio no iba bien y como consecuencia de aquello y de nuestros encuentros se había enamorado de mí y no estaba dispuesta a dejarme escapar.

Aun a pesar de sus afirmaciones y casi amenazas si la dejaba puse punto y final a aquella relación, pedí un traslado de centro de trabajo para no estar a su lado y continué con mi vida y con mi matrimonio aunque no libre de llamadas y más llamadas de teléfono por parte de Lucia. Estas llamadas me preocupaban ya que sus amenazas parecían serias, pero a pesar de todo nunca pasó de ahí, no tomo represalias ni obro de mala fe, simplemente se mantuvo al margen y poco a poco se fue enfriando un poco la situación, sus llamadas cada vez más distanciadas no contenían amenazas ni maldad alguna y la calma volvía poco a poco a nuestras vidas.
En unas fiestas que coincidí con un amigo en común, me comento lo mal que lo había pasado cuando me fui a trabajar a otro centro, también me dijo que se había divorciado de su marido porque no les iba bien. Para mis adentros pensaba el enorme esfuerzo que realizó por su parte al verse libre de matrimonio y no interferir en el mío. He de decir que admiro aquella fuerza de voluntad por respetar mi decisión.

Entrada Relacionada

Un día, sin esperarlo, recibí una carta de Lucia, no iba a abrirla, pensé en tirarla a la basura sin más, pero me picaba la curiosidad del contenido. Aprovechando que mi esposa no estaba en casa me senté tranquilamente en el sofá, reflexione un poco y tomé la decisión de abrir aquel sobre. Cuando vi el contenido, casi me da algo, sentí como si me metieran en una cuba con agua a 50 grados bajo cero. No me podía creer lo que mis ojos estaban viendo, se me cortó hasta la respiración, en un segundo recapitulé una parte de mi vida.

Lo primero que vi al abrir aquel sobre fueron unas fotografías, unas fotografías que me atravesaron el cuerpo como una lanza afilada. Era mi esposa en compañía y actitud amorosa con otro hombre. A primera vista quedé estupefacto, pero más aún cuando comprobé que dicho hombre era el marido de Lucia, o mejor dicho el exmarido. Junto a estas fotos se acompañaba una carta de puño y letra de Lucia en la que trataba de explicar aquella situación.

Al parecer Lucia era conocedora de la relación entre su ex y mi esposa, que según explicaba comenzó mucho antes de nuestro primer encuentro. Sintiéndose traicionada por su esposo decidió pagar con la misma moneda y se lio con el marido de la amante de su esposo (o sea yo) en un arrebato de locura. Con el tiempo terminó por enamorarse de mí y dejo perder su matrimonio ante tal traición. Nunca quiso ser la voz que me advirtiera de que estaba siendo engañado, por eso nunca me dijo nada, así que ahí estaba yo, con un par de cuernos como un toro e ignorante de todo, sintiéndome triunfador por tener a dos mujeres para mí y no era más que un cornudo ignorante. En su carta me pedía perdón por la carta, por las fotos y por guardar silencio durante tanto tiempo.

El final ya os lo podéis imaginar, termine con mi esposa tras una tortuosa trama legal y nuevamente me reencontré con Lucia.

Hoy día vivo feliz con la que siento que es el amor de mi vida, no sin antes haber sufrido por ello.

Comparte esto

Twitter Facebook
Compartir
Publicado por
Historiasromanticas

Nuevas entradas

Un amor en navidad.

Un primer amor siempre es especial, pero mas especial es aun si ese amor es…

9 meses hace

Sombras en el corazón

Porque nos empeñamos en destruir la belleza del amor, una traición a un amor verdadero…

9 meses hace

Amor prohibido y dolor

Amor prohibido y dolor siempre van de la mano, y aunque creamos que controlamos la…

9 meses hace

Artistas enamorados

Verano, época propicia para esos amores apasionados, amores que se encuentran sin buscar y que…

9 meses hace

Corazón herido

Como decirle adiós al amor de tu vida, como dejarlo ir sin sufrir y sin…

10 meses hace

soy gay

Hola soy una chica que le gusta los dos sx pero no quiero que lo…

10 meses hace

Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario