Dai nos envía su historia, una historia en la que nos dice que enamorarse e ilusionarse es fácil, lo difícil es olvidar. Nos cuenta como perdió a su chico por culpa del miedo. Su filo fobia pudo mas que el amor que sentía por el.
En el mundo hay diferentes tipos de personas… soy del tipo centrad@, difícil de creer en cosas como el amor, incluso podría decirse que soy filo fóbica hasta que… No estaba pasando por un buen momento, me había ilusionado de un compañero del colegio de estudios y no me sentía bien por eso. El colegio organizo un paseo conmemorando el Día de la juventud, en dicho paseo me la pase pensando y un poco triste por el compañero que también había ido y no nos hablábamos, pero no me daba cuenta de que a menos de un metro de mi estaba cierta persona a la que ni preste atención , pero llegaría a ser muy importante para mí. Ese mismo día, por la noche salió la luna roja un fenómeno poco común, cuando un hasta ese entonces desconocido me saludo con un «Hola :)» era el joven que había visto antes y solo conocía de rostro, empezamos a entablar conversación y así pasaron unas semanas y en tan poco tiempo llegamos a ser grandes amigos, en verdad le tome un cariño especial, cuando observe que las cosas se me salían de control y que estaba comenzando a sentir algo le dije que para mí era mejor alejarme de él, entonces el me confeso todos sus sentimientos, fue una situación muy emocionante el ser tan sincera con él y que él también fuese tan sincero conmigo, explayando abiertamente lo que sentíamos el uno del otro. Al culminar las clases nos veíamos y se nos pasaban las horas conversando, él era tan diferente a los demás chicos que había conocido en toda mi vida… hasta que comencé a pensar que nosotros después de todo solo éramos amigos pero nos tratábamos como novios, cabe mencionar que nunca nos besamos nunca le deje hacerlo, porque había una parte en mi mente que me decía que estaba mal. Tantas horas hasta las madrugadas enviando mensajes, hablando de nuestra familia, de nuestros amigos, de todo, con él sentía vibraciones en el estómago (las dichas maripositas) sentía como mi presión aumentaba, sentía que con él mi felicidad ahora está completa, teníamos muchas cosas en común hasta nuestra devoción hacia DIOS, pensaba mucho en él, yo una persona que siempre atenta a sus clases, me distraía fácilmente cuando lo recordaba. Aún recuerdo el momento cuando en una de nuestras primeras citas, después de un silencio incomodo el mirándome dijo » ¿sabes que quisiera ahora? » yo un poco sonrojada y sonriente dije » ¿qué? Casi de inmediato respondió » un abrazo «, instintivamente me deje llevar, lo abrace fuertemente sentí su perfume, su piel tan suave. Cielos, él me dijo cosas realmente hermosas con él corazón en la mano y yo también, fue el primero que se gana mi corazón en tan poco tiempo con lo desconfiada que siempre había sido. De los dos él era el más entregado a lo que estábamos viviendo, hasta que comencé a sentir que aún no era momento de iniciar una relación con alguien, me aleje de él, ya no chateaba, y él me escribía lo mucho que me extrañaba, pero yo estaba muy confundida… Hable con él de mis confusiones y fui sincera, le dije que no estaba en mis planes estar con alguien, que estaba muy ocupada ( ya que pertenecía a un grupo de la iglesia y otro de ayuda social apenas podía verlo a la salida del colegio) a lo que me dijo » entiendo, tu tiempo es demasiado valioso como para compartirlo conmigo» en realidad no era así, más allá de mi tiempo, de mi vida, estaba mi miedo, ya que NUNCA HABIA EMTABLADO UNA RELACION CON NADIE Y EL ERA TAN IMPORTANTE PARA MÍ QUE NO QUERIA PERDELO CON LOS RIESGOS QUE TIENE TENER UNA RELACION, pero mi miedo se hizo real al rechazarlo, él me insistió que no lo dejara y que su corazón le decía que, quería que yo este con él, que su felicidad estaba completa conmigo, fue una de las decisiones más difíciles y al final ganó mi miedo lo deje ir… le pedí hablar con él y justo una mañana en mi cumpleaños hable de eso y esa fue la última vez que salimos, al despedirnos me sentía tan mal y lo abracé fuerte y partimos…. en el colegio no éramos más que desconocidos no nos saludábamos solo nos mirábamos…
Así pasaron unas semanas y empecé a sentir su ausencia lo extrañaba demasiado, quise hablar con él y dejar mi orgullo, pero lo vi muy cariñoso con una amiga que tenía era la primera vez que lo veía así ya que él nunca era así, me sorprendió y me dolió, así pasaron las últimas semanas de colegio… Una semana después se iba a realizar la fiesta de graduación, lo extrañaba más que nunca y a pesar de sus actitudes cariñosas con su «amiga» por alguna extraña razón sentía que él también pensaba en mi … en verdad lo quería, cuando al fin llegó la noche planeada estaba casi decidida a tratar de hablar con él por última vez para ser sincera con mis sentimientos como él lo fue conmigo, pero lo vi tan cariñoso con su «amiga » que no hubo oportunidad, cuando estaba pasando, vi, no estoy segura, pero creo que si, como él se besaba con su «amiga » que más parecía su novia, me dolió mucho pero soy de las personas que nunca pero jamás dan a demostrar cuando están tristes, posteriormente vi como la abrazaba, no lo confirme pero creo que sí eran novios… Fue chocante y me sentí muy decepcionada por que desde la última vez que salimos pasó casi un mes, lo único que pensaba era en esto » ¿Cómo es que fue tan fácil para ti, que en un mes te hayas olvidado de todo lo que vivimos juntos?» Por qué después de todo lo que me había dicho, como es que tan rápido lo superó? es por eso que me sentí decepcionada por que si lo supero tan rápido es que todo lo que decía sentía por mí fue nada más que mentiras , mentiras y más mentiras… Después de aquella noche tan solo ha pasado un día y me sigue doliendo lo que vi, pero entiendo que la vida sigue y nunca debes dejar que las penas te ganen, DIOS está conmigo y, no sé cuánto dure, no si será hasta hoy o hasta mañana, sé que este momento es doloroso pero no eterno…