Simplemente apasionante la historia que nos ha llegado a nuestra redacción, donde se demuestra que el amor no tiene edad y que se puede amar intensamente indistintamente de con quien. «Me enamoré de él aunque soy 10 anos mayor«
Lo conocí en el trabajo, chico joven muuuuy guapo, atractivo a las miradas femeninas, Chaparrito… El lleno de Candela, su andar es cadencioso, sexy, seguro de sí mismo, sabe lo que es y lo que tiene, yo, una mujer ordinaria, sin atractivo especial, simplemente cualquier normal, lo veo, y mi mirada cae cautiva, pero obvio, en mi interior, se, jamás ni imaginarlo, porque, es un chico y yo una vieja, coincidimos en reuniones, en juntas, y yo bromeaba con él, el muy educado, y simplemente caballeroso, yo lo veía muy lindo. Cierta ocasión saliendo del trabajo con unos amigos lo invito a salir con nosotros, para integrarlo al grupo, y ahí comenzó todo, se acercaba a mi muy provocador, tomé como nunca, nerviosa de sus provocaciones, ni imaginar que algo se diera entre él y yo, él es un galán y yo una mujer que sus mejores años habían pasado. En fin, ya pasados de copas, terminamos basándonos, cosa que me pareció celestial, yo me dije bueno, sólo queda en esto y ya, al día siguiente no sé cómo me vi esperándolo, y él se fue conmigo, y se despidió de beso en la boca yo no podía creerlo, incluso me lo pedía, y así sucesivamente, otros días, hasta que un día tuve que ir a mostrar un departamento que alquilo, y junto tenía otro desocupado, y ahí le dije que me esperará mientras mostraba el otro departamento, cuando lo veo a él, ahí, acostado, en la cama, observándome con esa mirada coqueta, sexy, y fui hacía él y nos besamos, yo creí que sólo sería un buen fajín, pero cuando de repente el comenzó a hacerme sentir muy excitada, y le dije vamos muy rápido, y me dijo no, me volteó, me bajó los pantalones, y comenzó a hacerme suya, de una manera tan sensual, tan deliciosa, como nunca en mi vida había sentido algo así, y a partir de ahí, las cosas se tornaron de sexo casual, a sexo necesario. Wowww todos me decían que me veía diferente, y efectivamente me sentía así, guardé el secreto de nuestra relación y cada vez que lo veía me lo comía con la mirada, sus pantalones ajustados, sus camisas, todo estaba riquísimo, y era mío, se empezaba a notar él tampoco disimulaba, y buscaba encontrarme donde fuese, y charlábamos de cualquier cosa, sólo para comernos uno al otro con la mirada, me fascinaba, él no era de la ciudad así que decidí llevarlo a mi departamento, y verlo cada vez que nos quisiéramos entregar y así lo hicimos, se mudó, y lo veía ahí, y pasábamos horas haciendo el amor como locos, yo le limpiaba el departamento, le lavaba la ropa, incluso llegue a llevarle desayuno a diario, y ahí nos entregábamos, hasta que un día comenzó a bromear acerca de que yo era su sirvienta con las compañeras, obvio no dijo que era yo pero si me molesté, y le reclame, y me indigné tanto que le dije que tal vez deberíamos tomarnos un tiempo, y pensar, que él era joven y
debía encontrar a alguien que lo satisfaga, y él se molestó tanto que dejamos de hablarnos, después lo busque y le pedí disculpas, y todo cambió. Se volvió frío, distante, incluso grosero. Se fue a su pueblo y volvió peor, ahora era yo quien lo buscaba, y cuando me di cuenta, con tal de retenerlo a mi lado, le di hasta auto, le pagaba las salidas, etc. y lo peor… Ya no me besaba. Y le rogaba por un beso y nada, comenzó a manipular la relación de tal modo que le dije que hasta ahí, y me sentía triste, sola, lo buscaba por que él ya no hacía nada por buscarme, le lloré, y nada lo hizo cambiar al contrario era grosero y altanero. Y un buen día ya no regresé más, lloré como nunca en mi vida por días, y le sufrí horrible, pero me aguanté y no lo busqué más pasó un mes, y yo no daba señales de vida, y un buen día me envió un saludo, yo conteste el saludo y me dijo que me extrañaba, que no quería perder mi amistad, y me invitaba a ir a verlo, me dijo que me pagaba una renta por el departamento y así quedamos. Y comenzamos a salir como amigos, y de repente de la nada el comenzó a bromear conmigo, me decía que me debía cosas que como me pagaría, y yo le decía con cuerpo y de broma en broma terminamos e la cama haciendo el amor tan rico como siempre, y volví a caer en su juego.
Volvimos a hacer el amor por cualquier tontería, y un día fue a su pueblo, y al volver otra vez diferente. Hicimos el amor pero él seguía sin besarme, yo no entendía por qué lo hacía, hasta que dije si no me besa no más sexo, y así lo hice… No más obvio no le dije nada, hasta que en su face vi una foto de una chica con él. Me entraron celos, y le reclame, y me negó que fueran algo. Pero al pasar de los días, él se tornaba extraño, no frío, sólo extraño. Vino su mamá, los invite a salir a un buen restaurant, los lleve aquí, a allá el traía mi carro, todo muy padre, pero tuve un problema con mi mamá porque necesitaba el auto y se lo pedí, lo traje a casa, y seguíamos saliendo pero ya sin sexo. Ni besos ni nada, el bromeaba, pero yo ya no daba mi brazo a torcer, quería el beso. Y así pasó un tiempo, hasta que cierto día veo un comentario de un amigo en común en su face y por curiosidad entré a ver de qué se trataba. Eran felicitaciones a su mamá. Pero una de las felicitaciones decía «Felicidades a tu mamá amor» y justo era la chica de la foto. Le armé un pancho, y le reclame, me sentí traicionada, herida, y él me dijo que ella le pidió, y que él no estaba convencido, y yo sentía morir. Pero nuestra historia, finalmente terminó. Lo dejé…