Mi historia con Blacky Sensey (Cristian)

Mi historia con Black Sensey, una historia triste en el fondo, aunque aún no conocemos el desenlace, chica humillada y ultrajada en el amor. Esta es la historia de Eva.

Hola amigos, quisiera contaros mi historia con Cristian, pero lo voy a hacer copiando y pegando el contenido de mi blog, donde cuento todas mis vivencias.

Lo hago así para evitar tener que escribir toda la historia, y pondré un capítulo cada día para no agobiaros con todo.

Si queréis mirar mi blog, dejo el enlace:

www.mivozatravesdelasletras.blogspot.es

Bueno, dejo aquí el primer capítulo. Aviso que empiezo desde 0, hablo de mi ex, Iván (El Hijo de P**a), puesto que conocí a Cristian a través de él. Y en el blog decidí poner seudónimos para no desvelar la intimidad de nadie.

«Blacky Sensey» es Cristian

Y «El Hijo de P**a» es Iván, mi ex.

Dejo aquí como empezó todo con Cristian.
desistí totalmente de volverme a enamorar. Ningún tío en este pueblo me tomaba en serio, sólo querían una cosa de mí: “Llevarme al huerto”. Y es que, gracias al cabrón de El Falso, entre otros tíos, como El Miserable y el Otro Mentiroso, todos los tíos del pueblo me veían como una “cualquiera”. Era increíble, me insultaban, me decían de todo, me trataban como una mierda en sentido literal, pero después me “tiraban la caña”. Y lo más increíble de todo es que lo hacían los mismos tíos que en su tiempo me llamaban “gorda” y cosas así. Llegué a pensar que ningún tío nunca me tomaría en serio, y que nunca iba a tener un chico que me hiciera caso.

Y justo por aquella época conocí a El Hijo de P**a. Este chico, a diferencia de los otros dos, era de mi ciudad, de Valladolid. Le conocí por Tuenti, ya que me mandó una petición de amistad. Yo le acepté, ya que vi que tenía amigos en común conmigo. Y ese fue mi mayor error: Aceptarle, dejarle entrar en mi vida.

En fin, que me mandó una petición de amistad, y a los pocos minutos, me envió un mensaje privado: «Me pareces muy guapa, ¿Cómo te llamas?» Y así comenzamos a hablar, y al final, no sé cómo, le acabé contando mi vida, y él me contó la suya… Aunque seguro que era mentira todo lo que me contó, como todo lo que dice.

El caso es que comenzamos a hablar, yo le conté mi vida, no sé cómo, pero se la conté. Supongo que fue porque fue amable conmigo, me dijo que le parecía guapa, amable, simpática, y cosas así, y no sé, me gustó mucho que un chico que apenas conocía fuera tan amable conmigo y me dijera esas cosas. Así que empecé a hablar con él, y poco a poco, me iba gustando más y más hablar con él.

Me di cuenta de que ya no podía pasar un día más sin hablar con él, de que cada vez que algo me preocupaba o estaba triste, la primera persona en la que buscaba consuelo era en él: Entonces me di cuenta, de que una vez más, me estaba volviendo a «enamorar». Al principio, no quería, hacía todo lo posible por no sentir algo más, por miedo, una vez más, a volverme a equivocar. Pero una vez más, mi corazón no se pudo controlar. Cuando más hablaba con él, más buscaba su compañía. Incluso quedamos de conocernos en persona cuando fuera a Valladolid en Navidades.

Pasó un mes. Un día, El Hijo de P**a me dijo que le gustaba, que le parecía una chica genial, amable, guapa, simpática, que le gustaba no sólo por mi físico, sino también por mi manera de ser… Entonces, sí, le dije que yo me había enamorado de él, por haberme consolado siempre que hablábamos por teléfono y me escuchaba, por cómo me trataba, por todas las conversaciones que habíamos tenido, etc.

Entonces, comenzamos a salir, a pesar de que estábamos tan lejos. Y nada más empezar a salir, empezaron los problemas. La conté a una amiga mía de Valladolid que estaba saliendo con El Hijo de P**a y lo primero que me dijo es que no era trigo limpio, que le decía lo mismo a todas, que era el típico que tonteaba con todas, que seguramente me pondría los cuernos como había hecho con todas sus novias.

Pero yo, estaba tan aferrada a su cariño y a su “amor” que fui incapaz de escuchar las advertencias de mi amiga.

Llegó la Navidad, y una vez en Valladolid, lo primero que quise hacer, como no, fue quedar con él. Y lo hice, y ese fue mi mayor error, pues ahí fue cuando llegó mi primer beso: Un primer beso que fue tan falso como esa relación. Le regalé mis labios a quien nos lo merecía.

La cosa es que quedé con él, en la Plaza Mayor de Valladolid y por cosas de la vida, se acopló con nosotros un amigo suyo, el cual le dijo: «Joder tío, como lo haces, cada día una diferente». Enseguida me entraron unas ganas de llorar terribles. ¿Entonces era verdad lo qué mi amiga me había dicho? Estaba yo pensando en eso, cuando de repente, él me robó el beso. No lo pude esquivar, antes de que pudiera reaccionar, ya me había besado. Pero, me encantó, no voy a decir que no, porque en aquel momento estaba ciega, pero hoy en día, me arrepiento de haber permitido ese beso. Después, estuvimos en unos recreativos con varios amigos más, pero sólo un par de minutos y fuimos otra vez a la Plaza Mayor.

De repente, llegó una chica, y le dio dos besos. Esta chica había sido su ex novia, lo sé porque ella misma me lo dijo. Me dijo: «¿Qué, que número eres tú?» Al principio, no entendí muy bien ese comentario, pero después caí en la cuenta… Otra vez me sentí decepcionada.

Después, cuando llegué al pueblo (al mío de Valladolid) no paré de pensar en él en toda la tarde, en ese beso, pero también en los comentarios de sus amigos. Llamé a mi amiga y la conté como me sentía. Ella me volvió a decir lo mismo que me dijo el primer día, que me anduviera con cuidado, pues El Hijo de P**a les hacía lo mismo a todas.

Al día siguiente, me llegó un mensaje de otra chica, la cual llamaré La Estúpida. Me insultaba y me decía de todo, porque según ella la había quitado el novio. Yo la contesté que no sabía de qué estaba hablando, hasta que me dijo: «Me han dicho que ayer estabas en la Plaza Mayor besándote con mi novio, pedazo de zorra». Entonces, ¡Tenía novia! ¡Y lo peor de todo, llevaban tres meses saliendo, lo qué significaba que estaba con ella cuándo empezamos a hablar! Yo traté de hablar las cosas con ella, de decirle que yo no sabía que estuviera con él, porque él no me había dicho que tuviera novia. Pero ella, lejos de escucharme, empezó a insultarme y a decirme de todo, hasta se cagó en mis muertos, la muy zopenca.

Cuando traté de hablar con El Hijo de P**a del asunto, él lejos de darme una explicación, me dijo que no le echara la «charlita», que todavía era muy joven para “atarse” a una chica. ¡Pero cómo se atrevía a decirme eso, después de haberme dicho qué me quería y que quería estar conmigo! Me quedé destrozada… Pero después, él volvió a buscarme, y yo, como una estúpida, volví a caer.

Pero, cuando volví a Valencia, él me dijo que lo mejor era dejarlo, que no podía estar con una chica tan lejos y tanto tiempo sin verla, y que lo mejor era dejarlo. Una vez más me quedó destrozada. ¿Entonces, para qué me había pedido perdón, para que me había vuelto a buscar?

Estuve tres meses sin saber nada de él, pero no había día que no pensara en él, y es que encima, ¡Mi primer beso había sido con él, por desgracia! Así que se me hizo imposible olvidarlo.

Justo por aquel entonces, en el instituto, conocí a la chica la cual había sido víctima de las amenazas de El Miserable, la llamaré Mi Chiquitina. Le pedí perdón por las cartas que la escribí a su madre, y ella me dijo que no pasaba nada, que entendía que estaba amenazada. Entonces, empezamos a hacernos amigas, tanto, que la conté mi vida entera, incluyendo mi historia con El Hijo de P**a.

Ella me vio tan mal, que se ofreció a ayudarme, hablando con él, a ver que la decía… Y las cosas empeoraron más todavía…

En el siguiente post, daré más detalles.