Quizás se pueda vivir con una pasión oculta, hasta es posible disfrutar de esa pasión, pero y si esa pasión, sin tu saberlo, estuviese presente en esa otra persona a la que amas en secreto y algún día pudieras vivirla de verdad.
Marta trabaja en una importante empresa desde hace ya un año. Ocupa un puesto en la oficina de la empresa a cargo de la contabilidad. Fue por méritos propios que pudo pasar a formar parte de esta empresa tras una entrevista de trabajo. Desde el momento de su incorporación se hizo cargo de toda la contabilidad de la empresa, era un trabajo que dominaba a la perfección y su jefe confiaba plenamente en sus cualidades para realizar este importante trabajo para la empresa.
Marta, joven universitaria, con sus estudios recién terminados es una chica tímida que aún no ha tenido la posibilidad de conocer el amor. Sí que había tenido pequeñas relaciones anteriores pero no habían llegado a nada serio.
No es este el único caso, pero si uno más de tantos que abundan en la vida.
Marta, desde el mismo momento de la entrevista de trabajo ya se había enamorado de su jefe. Como era una chica tímida, se avergonzaba de sus sentimientos hacia el que era su jefe, pero no lo podía evitar.
En el puesto que desempeñaba estaba en estrecha colaboración con su jefe y esto la hacía pasar malos ratos pues por nada del mundo quería que su jefe se diera cuenta que estaba perdidamente enamorada de él. Aun así y pese a los malos ratos que pasaba en compañía de su jefe se sentía feliz de estar junto a la persona amada y aunque el quizás nunca la correspondería, ella soñaba y se montaba sus propias historias de amor en las que su jefe se enamoraba perdidamente de ella y por fin su amor se veía correspondido.
Marta vivía para su trabajo y para su amor, su jefe, era feliz así y disfrutaba de la situación y de su oculta pasión aunque le gustaría que su jefe supiera de esta pasión y fuese correspondida. A veces no podía evitar ponerse a soñar despierta y era sorprendida por su jefe con la mirada perdida, ausente y metida en su sueño y al percatarse de la presencia de éste se ruborizaba y se sentía avergonzada, en su interior sentía que su jefe se daba cuenta de todo y no quería ni mirarlo a la cara.
Marta era una década más joven que su jefe y se sentía en desventaja pues su jefe se supone estaría más experimentado en temas amorosos.
Poco sabía de la vida de su jefe, ni siquiera su situación sentimental. No quería dar muestras de su interés por él, nada mas de pensarlo se moría de vergüenza.
Julián, el jefe de Marta, es un hombre serio, atractivo y atento, seguro de sí mismo y con muchas ganas de triunfar en la vida y de superarse a sí mismo día a día.
Julián era de orígenes humildes, había tenido que sacrificar muchas cosas en su juventud para llegar donde había llegado. Su juventud había sido estudiar y estudiar para sacar su carrera. Los fines de semana los dedicaba a trabajar para poder ayudarse económicamente con los estudios ya que sus padres no gozaban de una buena economía que pudiese sufragar la carrera de Julián.
Una de las cosas más importante que había tenido que sacrificar Julián era el amor. Nunca había mantenido una relación sentimental con nadie, esto en su juventud inquietaba un poco a Julián pero con el tiempo y el deseo de ser alguien en la vida el tema amoroso fue pasando a segundo plano y termino por carecer de importancia cuando por fin consiguió montar su empresa, ésta acaparaba todo el tiempo del que disponía.
A pesar de su éxito en la vida, de la satisfacción de recompensar el esfuerzo de sus padres por su incondicional ayuda y dedicación, Julián se sentía solo, sentía que le faltaba algo, sentía que le faltaba el amor, el calor de un hogar y una compañera en quien apoyarse.
Pese a su éxito, su seguridad y su experiencia en la vida y en el trato y relación con los demás, en el tema amoroso es un completo inexperto, se avergüenza de su inexperiencia y esconde su desconocimiento del amor. Procura no hablar con nadie de este tema y se refugia en su trabajo, no sale de marcha ni con amigos, no sabe divertirse y se ve desubicado cuando ha intentado salir a divertirse. Su vida es su trabajo y cada vez ve más lejos el poder cambiar su situación sentimental. Puede controlar cualquier situación, tomar las riendas en una negociación, ver más allá de los acontecimientos, pero en el terreno sentimental se pierde, ahí es extremadamente tímido y se ve desprotegido.
Julián no quiere que nadie lo descubra, pero él también está enamorado de Marta, pero no ve bien que un jefe se enamore de una de sus empleadas y por lo tanto trata de disimular sus sentimientos para que ella no lo descubra, por eso siempre trata de estar serio y su trato con Marta es estrictamente profesional. Ni que decir tiene que Julián también se crea sus propios sueños con Marta, inventa mil formas de decirle que está enamorado de ella, pero a la hora de la verdad siempre hay un porqué para no hacerlo.
Así que tenemos a dos enamorados que anteponen sus miedos al amor.
Aquí el destino quiso poner un poco de su parte y hacer de «hada madrina» para que estos dos tímidos enamorados terminasen por dar el primer paso hacia en amor y la felicidad plena.
Fue en un momento en que las cosas estaban un poco revueltas por el cierre de una importante operación financiera cuando intervino el destino.
La oficina era un incesante ir y venir a la oficina del jefe, un continuo sonar del teléfono y un trasiego de papeles de un lado a otro. Marta atendía el teléfono, a la vez que era reclamada por el jefe. Unas veces Julián salía de su despacho a hablar con Marta y otras veces Marta acudía a la oficina del jefe para tratar los detalles de la operación que se traían entre manos. En uno de estos ir y venir, coincidieron que Marta entraba en la oficina del jefe y éste a su vez salía, ambos iban tan mentidos en lo suyo que no advirtieron la presencia del otro, tropezaron, Marta resbaló y cayó al suelo y Julián en un intento de evitar la caída de Marta quiso agarrarla y terminó por caer también, con el agravante que lo hizo encima de ella, pero con la suerte para ellos que sus labios se encontraron en esa caída.
La reacción de ambos fue instantánea, levantarse de inmediato y quitarse cuanto antes de aquella embarazosa situación. Ruborizados y a toda prisa se levantaron, Julián Pregunto a Marta si estaba bien, si se había hecho daño, Marta ruborizada asintió que estaba bien y trató de restarle importancia a lo ocurrido pero Julián al ver que Marta estaba bien y en un impulso incontrolado aprovechó la situación y abrazo y beso de nuevo a Marta. Ésta quedó bloqueada, no sabía cómo reaccionar, roja como un tomate y avergonzada no sabía qué hacer si abrazarse a su amor o retirarse de inmediato. Julián pidió perdón por su atrevimiento y fue a retirarse pero esta vez fue Marta quien tuvo un impulso incontrolado y correspondió el beso de Julián, total, a por todas, había que aprovechar la situación, que quizás no se presentase nunca más.
El destino ya había puesto de su parte, ahora eran ellos los que debían seguir adelante solos y si de verdad estaban enamorados el uno del otro no les sería demasiado difícil.
A partir de ese día vivieron tiempos verdaderamente felices. Julián en una tradicional ceremonia pidió la mano de Marta y al cabo de un año se casaron. No tardaron en incrementar la familia y sus vidas se vieron colmadas de felicidad y amor.
Gracias a aquella intervención del destino ahora son felices juntos.
Si el destino te brinda una oportunidad así, no la desperdicies, quizás no se vuelva a repetir y en ello puede ir toda tu felicidad.