Le hice el amor a mi cuñada

Esta historia nos ha llegado como una confesión/secreto, pero hemos decidido trasladarla a esta sección por su extensión y contenido, no tiene desperdicio, léanla y disfruten de ella. «Le hice el amor a mi cuñada«

Mi cuñada y yo éramos compañeros de trabajo, llevábamos tiempo así y nos entendíamos bien, siempre nos ayudamos mutuamente y en la oficina había un muy buen ambiente de trabajo, siempre solíamos salir a comer, tomar algo todos los de la oficina y eso era algo normal y un buen día decidimos salir a bailar a una discoteca donde bailábamos y nos divertíamos y poco a poco la música, el trago, las luces, fueron haciendo lo suyo, fui notando que a mi cuñada le gustaba que la saque a bailar seguido y me cogía la mano para que saliéramos cuando yo quería descansar y así poco a poco estábamos más juntos esa noche, nuestros compañeros poco a poco se fueron retirando hasta que quedamos solo dos parejas y en un momento la otra pareja siguió bailando y con mi cuñada nos fuimos a descansar al apartado, me senté y de repente mi cuñada se me sentó en mis piernas y sentí su hermoso trasero sobre mis muslos y de inmediato me excité y por su puesto ella sintió que fue así y permaneció allí por lo menos durante dos minutos mientras yo la abrazaba por su cintura. Pasada la media noche me pidió que nos fuéramos y cogimos un taxi y nos dirigimos a su apartamento, mientras íbamos en el taxi íbamos hablando y de repente nos miramos y nos quedamos callados y nos besamos, esa noche la dejé en su apartamento y me retiré. El lunes yo no me atrevía a dirigirle la palabra y me di cuenta que ella estaba muy esquiva y al finalizar la jornada me habló y me dijo que nos fuéramos juntos en un taxi, entonces allí nos fuimos hablando de temas del trabajo e hicimos de cuenta que nada había pasado, hasta que en un momento ella me dijo porque lo había hecho y le pregunté que, ella me dijo que por que la había besado y le contra pregunté si no le había gustado y ella me respondió que sí que le había gustado, entonces le contesté que

siempre me había gustado pero por nuestra situación nunca me atreví a decirle nada y que esa noche al besarla le quise decir todo, pero que nunca imaginé que ella me iba a corresponder, ese día solo la dejé en su casa. Los días pasaron y nunca más volvimos a tocar el tema hasta un día en que me pidió que le ayude con unos trabajos por fuera de la oficina que estaba haciendo y nos dirigimos a su apartamento, donde toda una tarde trabajamos, hasta un momento donde volvió a retomar la conversación de aquel beso, entonces la miré de frente y la volví a besar, esta vez mis labios se querían comer sus labios y empecé a besarla también en su cuello y noté que se estaba muy excitada al igual que yo, entonces empecé a besarla en sus orejas y parecía que me quería comer sus labios que estaban más deliciosos que nunca, para ese momento ya no pensaba en nada solo en complacerla, entonces empecé a besarla en otros sitios de su hermoso cuerpo, inicié con sus senos por encima de su blusa y noté que se quería enloquecer de la excitación y empezaba a gemir cuando le mordía suavemente sus pezones y entre beso y beso le empecé a quitar la blusa y cuando se la quité le besé su espalda, la parte de atrás del cuello, su abdomen y empecé a desabrocharle su brasier y luego le besé sus senos, en esta ocasión los tenía directamente en mi boca y solo quería probar el uno y el otro una y otra vez, solo los quería para mí, de repente ella se me abalanzó sobre mis brazos y la cargué semidesnuda y la lleve a la cama donde continué besándola por todos lados, especialmente sus senos y sus labios, ella gemía de la excitación que tenía, entonces se desabrochó el pantalón y se lo quitó mientras la besaba, entonces la tenía en pantis y la empecé a besar en las piernas y entrepiernas y su trasero me lo quería comer, entonces le pasé mi boca por encima de su vagina y ella casi grita de la excitación, en ese momento yo ya no podía más, entonces ella me empezó a desvestir y me tocó atrevidamente entonces le quité su panty y empecé a besarla por todo lado y me susurró al oído «hazme el amor», entonces se acostó la besé en sus labios y la penetré y gimió de la excitación lo que me excitó aún más y empecé a hacerle el amor con fuerza, mientras ella gritaba que me amaba y que necesitaba que le haga el amor sin descansar, solo podía pensar en complacerla y mientras le hacía el amor la besaba, y cambiábamos de posición una y otra vez, ella abajo, yo abajo, sus senos me rozaban la cara y mis labios solo querían comérmelos, entonces sentí que ella tuvo un orgasmo y luego yo, después continuamos y lo hicimos un par de veces más, y sentí que fue lo más maravilloso que me había pasado y que solo esperaba que se repitiera otra vez………..fue sencillamente delicioso