Continua la historia «ojos que no miran» con la segunda entrega donde Jazmín se lamenta de no haber averiguado ciertas cosas.
Había pasado más de un mes, no cruzamos palabra para nada, sin embargo, lo siento más cerca que nunca.
Uno de los pocos días que llegue temprano encontré unos tres lugares vacíos donde decidí sentarme para tomar clase.
Sentí una mirada un poco fuerte, cuando miré era Ismael.
– ¿Puedo sentarme aquí?
-Sí, le contesté haciéndolo sentir que no tenía mayor importancia que estuviera ahí, pero debo aceptar que estaba muy feliz, sabiendo que después de todo se volvía a sentar al lado de mí.
La clase de derecho romano es un poco aburrida, entonces empezó a distraerme, de reojo, me fijé que estaba escribiendo Ismael en redes sociales «Soñé que andaba con mi mejor amiga » la extraño. De pronto el sintió la mirada, no creí que hablara de mí… hasta que creo que está leyendo este mensaje ahora. No supe que hacer cuando volvió a poner Si, lo leyó y le valió.
¿Por qué no le dije nada? ¿Por qué no le pregunté qué estaba pasando? ¿Será posible que le guste como él a mí?
Más tarde me encontraba sola en las mesas, vi que alguien caminaba hacia mí -Jazmín … la verdad yo…
Lola dice
Plsss al otro de este cuento
Jazmín dice
Ya está la tercera parte