Esta es la historia de Ida, una historia de un intenso amor vivido en tan solo siete días, pero con el deseo de que sean muchos más.
Al menos si pudiera regresar el tiempo cuando yo estaba con él. No es que no sea feliz ahora pero con el me sentía diferente, y me gustaba esa sensación de diferencia era un sentimiento que hacía sensación mi corazón a mil por hora y hacía que mi panza sintiera cosquillas. Yo creo que por eso me gustaba verlo todos lo días que pude porque me gusta sentir esa sensación que era como una adicción.
Todo empezó cuando yo tenía 15 años mi mamá me regalo un viaje al lugar donde viví toda mi infancia, en si me lo regalo porque yo insistí mucho, quería ver a mi tía a quien no había visto en mucho tiempo. Nunca me imaginé que en ese viaje lo iba a conocer a él y la verdad es que no recuerdo como lo conocí es como si hubieran borrado la parte de la historia donde la chica conoce al chico así de mucho está babeando por él. Como sea cuando reaccione ya era demasiado tarde él ya me gustaba. Después llego lo más complicado tuve que despertar de mi sueño puesto que mis vacaciones habían acabado pero no me vine si antes confesarle lo que sentía por el pero no pasó nada ni siquiera un beso aunque yo se lo pedí solo no paso y así me regresé toda decepcionada.
Pasaron dos años para que lo volviera a ver la verdad es que no esperaba verlo a él puesto que solo iba a ver a mi tía de nuevo pero no, el ahí estaba tan guapo, tan atractivo, tan sexy, tan él. Me altere mucho y me puse nerviosa «contrólate, contrólate, contrólate…». Se acercó me abrazo, y trato de besar mi mejilla pero tontamente beso mi oreja. Yo reí. Después lo volvió a intentar y esta vez lo hizo bien. Lo mire los 7 días de mis vacaciones y era raro porque él me visitaba aunque claro yo también le llegue a enviar mensajes diciéndole que me invitara a hacer algo porque me aburría pero aun así yo sabía que a él le agradaba mi compañía. Fue tal vez un sábado (la verdad no iba contando los días) nos subimos al carro para regresar a casa, él me había llevado a una de sus reuniones religiosas (yo no pertenecía a su religión pero amaba pasar el tiempo con él) me senté hasta la parte trasera del carro y él se sentó a un costado mío, estábamos charlando cuando de la nada el tomo mi mano y beso mi mejilla y pensé «ohhh dios mío! Llegó el momento que siempre he esperado» y me beso. Yo cerré mis ojos porque sentía que su beso así lo saboreaba mejor.
Llegamos a su casa y nos seguimos besando y me susurro al oído «para mí un beso dura mucho porque es como si le dijera a la persona que no quiero que se valla, que no la quiero perder» cerré mis ojos y lo seguí besando. El último día que lo vi fue especial porque éramos él y yo solos charlando, bailando, jugando, comiendo chocolate y claro besándonos. Y sin más se llegó el momento de despedirnos, yo no quería que él se fuera y yo no me quería ir, no creía que los días habían pasado, que mis vacaciones habían acabado que tenía que despertar de mi sueño por segunda vez y entonces lo abrace fuertemente y por fin lo dije «te quiero» hubo un silencio entre los dos hasta que sentí sus labios mover y susurrándome al oído dijo «yo también». Que el dijera eso, que él lo sintiera, fue el momento más importante para mí, él me quería de la misma manera que yo a él. Pero como todo lo que empieza, acaba, ahora se ha convertido en un lindo recuerdo y tal vez a la gente no le importe la vida de otras personas pero ahora yo soy capaz de decir que los recuerdos se vuelven historia. Nadie sabe lo que pueda pasar en un futuro si tal vez yo y él no nos quedemos juntos aunque yo crucé los dedos para que sí, pero de algo si estoy segura y es que a mi historia le falta un final así fuera feliz o tal vez solo satisfecha aunque para ser sincera no espero el final con ansiedad porque quiero llenar nuestra historia con muchos capítulos.
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